El FMI calcula que el crecimiento económico de China se desacelerará al 4,6% en 2024, marcado especialmente por el decrecimiento del consumo interno jalonado por el envejecimiento de la población y por el impacto de una posible caída en el mercado inmobiliario del país. Sin embargo, el resultado final estará determinado por las decisiones que se tomen en diferentes aspectos, como los siguientes:
Reforma y política económica:
En 2024, se espera que las reformas y políticas económicas continúen siendo un pilar central en la agenda del gobierno chino. La transición hacia una economía más basada en el consumo, la mejora de la sostenibilidad ambiental, y la promoción de la innovación tecnológica serán áreas de enfoque. Estas reformas buscan no solo impulsar el crecimiento económico sostenible sino también equilibrar las disparidades regionales y sociales.
Innovación y tecnología:
China se proyecta como un líder global en innovación y tecnología hacia 2024. Con inversiones sustanciales en investigación y desarrollo, especialmente en áreas como inteligencia artificial, 5G, y energías renovables, China aspira a liderar la próxima ola de avances tecnológicos. Esto no solo fortalecerá su economía interna sino que también reconfigurará su papel en la economía global.
Comercio internacional y relaciones exteriores:
El comercio internacional seguirá siendo un componente crítico de la economía china en 2024. A pesar de las tensiones geopolíticas y los desafíos comerciales, se espera que China busque diversificar sus mercados de exportación y fortalecer las cadenas de suministro globales. Las iniciativas como la Nueva Ruta de la Seda (Belt and Road Initiative) desempeñarán un papel importante en la expansión de su influencia económica y comercial.
Desafíos domésticos y globales:
No obstante, la economía china enfrentará desafíos tanto a nivel doméstico como global. La gestión de la deuda corporativa y gubernamental, la reforma del sector inmobiliario, y el envejecimiento de la población presentan obstáculos significativos. A nivel global, las fluctuaciones en la demanda de exportaciones, las tensiones comerciales, y los cambios en la economía mundial requerirán de una estrategia económica flexible y adaptable.
Mirando hacia 2024, la economía china se prepara para un año de transformación y adaptación. A través de la innovación, la reforma económica, y una participación activa en la economía global, China busca no solo superar sus desafíos sino también aprovechar las oportunidades emergentes. Para el resto del mundo, entender y adaptarse a las tendencias económicas chinas será esencial para navegar el futuro económico global.
